Ruta 2015 III: Montanejos – Castellón – Zizur
La 3ª era la etapa reina y aunque queríamos llegar pronto a Castellón para darnos un garbeo y un homenaje gastronómico no íbamos a renunciar a una buena ruta, el anillo del Maestrat, pero en su versión hasta Villaroya en vez de por Linares de Mora. Una vuelta de anillo porque vas hacia el oeste, hacia el norte y girando hacia el este y luego hacia el sur, en el sentido de las agujas del reloj, acabando más o menos en la zona de salida.
En nuestro caso, saliendo dese Montanejos, el anillo trascurriría por Mora en la ida y terminaría en Castellón en la vuelta. Debíamos pues tomar dirección Mora por la CV20, Puebla de arenoso y Olba, tramo éste de carretera que habíamos reservado para hoy.
La salida bastante puntual sobre las 9:15h. La temperatura, 18ºC y el día soleado hacían presagiar un buen día de ruta, como afortunadamente así sucedió. De Montanejos hasta Olba se circula encajado en la hoz del río Mijares, con pantano incluido, una sucesión constante de chicanes, un auténtico baile de tumbadas derecha izquierda sin dar tiempo a poner la moto recta, todo línea continua.
Si te toca el típico lata, pues te lo tienes que comer con patatas, pero bueno, a fin de cuentas la carretera es de todos, para servicio de todos, y nosotros estamos de paseo.
Tuvimos un pequeño percance sin consecuencia alguna afortunadamente, Cuando a Santi B. se le soltó una hebilla de la bota y por seguridad tenía que parar para abrochárselo. Tuvo la mala fortuna que al salirse al inexistente arcén, entre el resalte de la calzada, el gravillón que pisas, la moto cargada, que si pones pie, que si hay la hostia, dio con la moto en el suelo casi en parado. Le ayudamos a montar, y listo.
En Mora de Rubielos cargamos gasofa y encaramos ya el famoso anillo del Maestrat. Por la TE V 8023 continúas hacia Alcalá de la Selva y Allepuz. En Mora pasamos lentitos por el casco antiguo para observar monumentos, plaza porticada etc., lástima no tener tiempo para dar un garbeo. Nada más salir del pueblo encaras el Puerto de Alcalá, que te sube a 1600mts. La carretera es como una nacional pero sin tráfico, hay un carril de lentos en todo el tramo de subida que te permite dar gas a tope y tomar las amplias curvas a velocidad de descuento de puntos.
En el alto hay una parada, que no hacemos, pues no está bien situada para disfrutar de la vistas panorámicas, vuelta a la montaña rusa bajando hasta la Virgen de la Vega y el cruce para Alcalá de la Selva que dejamos a nuestra izquierda, a nuestra derecha la subida a la estación de esquí de Valdelinares. En la zona, se nota la urbanización de apartamentos de temporada.
De repente la carreta desaparece y te retrotraes, quieras o no, a primeros del siglo XX. Un tramo hasta Allepuz en el que dan ganas de trailear si no fuese porque Marijo me hace sentarme, por la vía de darme golpecitos en la espalda. Con las motos cargadas, adecuamos nuestra velocidad al estado de la vía y nos dedicamos a esquivar todos los baches y montículos que van surgiendo como campo de setas en floración, siendo imposible no acabar a botes. Bueno, todos menos Antonio que gracias a su “ESA” adecúa en marcha la suspensión de su multistrada.
A nuestra derecha Peñaroya (2024mts) y un poco más adelante, también a nuestra derecha, la subida al mismísimo pueblo de Gúdar, que da nombre a la Sierra, subida que, a la vista del estado de la carretera que vamos, suponiendo con acierto que va a empeorar, y viendo el pueblo en todo lo alto, acojona. Como voy abriendo ruta, paso de comprometerme. Quizás en otras circunstancias más favorables….
Te incorporas a la A226 viendo el pueblo de Allepuz a la derecha, en cruce en subida con curva a la derecha, con gravilla, sin visibilidad y sin señalización; alevosamente. Incorporado en la nueva vía miro por el retrovisor las posibles bajas, estamos todos. Menos mal que por estas carreteras no circula ni dios, aunque Teruel exista.
Mejora la vía, volvemos a finales del XX, encaramos el puerto de Sollavientos, se circula entre un corte vertical sobre la roca a mano izquierda y guardacarril puro y duro y precipicio a mano derecha. Las curvas se ajustan con algún que otro desmonte a dinamita y sobrevuelos en la calzada, menos mal que no encontramos camiones.
En Fontanete vemos una plaza a modo para aparcar las motos y descansar un ratito. Unos café y otros birras, sentados en la terraza de un bareto familiar de gente amable, situado en el mismo orillo de la carretera que pasa por el pueblo. Al incorporarnos, otro pequeño susto. Giro de 90º con peralte contrario y una casa a 20 metros que nos impide ver si vienen vehículos. La R 1200 de Javi A. y Carmen cae casi en parado, entre stoping y acelering para dar la vuelting. Al final, al sueling.
Marijo va a la curva detrás de la casa y, para la circulación o nos avisa que no vienen vehículos. Lleva chaleco amarillo flúor con bandas reflectantes. Salimos todos, le espero orillado unos metros más adelante y monta.
Vuelta a la ruta hacia el puerto de Cuarto Pelado, la carretera es gozosa, las curvas son amplias y seguras, hacia abajo dejas la moto en cuarta y baja sola, un toquecito de gas o un toquecito de freno, según, para encarar las trazadas. Cómo va la máquina, se le nota en su terreno y además no le noto ni la carga ni el paquete. Marijo no se mueve un pelo, no entorpece un milímetro el pilotaje.
No pierdo de vista el grupo, están todos, puedo intuir, como así me lo confirman después, sus caras de satisfacción. En el valle, dejamos a nuestra derecha el cruce hacia la cañada de Benatanduz y puerto de Villarluengo, nacimiento del río Pitarque, Montoro… otra ruta que nos esperará.
Vuelta para arriba hacia el puerto de Cantavieja, entre La Muela y la Sierra del Rayo. Sigue buena la carretera, en el alto paramos para foto de grupo y disfrutar de las vistas, esto es el Maestrat, una sucesión de sierras y barrancos que se pierden en el horizonte.
Por la A221 hacia Umbría, La iglesuela del Cid y Villafranaca. Unos kms más adelante de La Iglesuela giramos a la CV-15 y ya estamos en Castellón, llegamos a Villafranca del Cid (mira que aparece por todos los lados el mercenario aquél), atravesamos el pueblo casi por el medio del mercadillo de los sábados, todavía no venden malocotones.
Encaramos hacia Ares del Maestrat por una muy buena carretera, la mañana se nos va echando encima ya son las 13 h y el solecito se deja notar, llegamos al Col D`ares. Aunque encaramos directos al este y estamos a menos de 50 Km en línea recta del mar, y a más de 1000 mts de altitud, montes y sierras nos impide verlo. Zona verdaderamente agreste.
A nuestra izquierda una carreterita de 1km lleva al pueblo de Ares, colgado sobre el collado, la carretera muere en el pueblo. Otro motivo para volver, el mirador la nevera de Ares.
Nada más pasar el collado se ve el trazado del puerto, curvas de herradura, típico puerto de montaña. Otro ensueño. Que chuli bajar por ahí. Que no haya camiones porfa. El paisaje espectacular, dudo de si parar o no en el puerto, maniobra siempre difícil para encontrar un arcén amplio para todos, y que además, esté en tu lado. Va a ser que no.
Disfrutamos volviendo la cabeza una vez que hemos descendido. Encaramos la llanura hacia Albocasser, voy abriendo ruta, no quiero que se acaben los puertos, igual es buena idea subir a Culla, pensado y hecho.
A la derecha por la CV-166, vuelta a subir un puerto, pasamos Benasal y la carretera que sigue subiendo, varias curvas de herradura a la derecha con muy fuerte pendiente, de las que tienes que mirar para arriba.
Llegamos a Culla, menos mal que hay un tramo llano para aparcar, se ve un castillo en todo lo alto, pregunto, no me recomiendan subir en la moto, calles estrechas muy empinadas y con curvas. Son las 14 horas, subimos a pie a la zona del castillo, comienza un desfile de “bienvestidos” y “bienvestidas” de una boda, auténtico, la calle llena de petardos y tracas, qué afición por la pólvora. Buena estampa, nosotros de romanos y el personal de boda, ya podéis imaginar.
En el bar del pueblo unas birras a la sombra como aperitivo y allí mismo nos preparan unas ensaladas y un buen plato combinado que nos sale baratito. Repuestos y descansados a Castellón por la ruta más directa. Entramos en la ciudad sobre las 17:30 horas. El hotel Intur está muy céntrico y está bien.
Ducha, paseo, el centro está muy concurrido, es sábado, unos amigos y familiares de Pepe y Gloria nos han reservado cena en una taberna marinera. Gloria junto con Maika (Edu) y Maricarmen (Santi B.) se incorporaron en Montanejos, aunque viajan en coche y no realizan la ruta.
El vino blanco corre, el pescado está de muerte, mimado, en el punto de cocción, como debe ser, esa noche recordé que las kokotxas de merluza frescas seguían existiendo. También se puede comer un pulpo muy muy rico y tierno en Castellón. Mejillones, almejas y navajas van desfilando, pescaitos muy frescos. Nos ponemos hasta el culo de exquisiteces, el escote 33€. Gin tónic en terraza, buena compañía y buenos amigos, broche de oro. Para algunos, aún cayó una birra en un bar de heavytones.
El domingo un poco de cabeza, desayunamos en un bar porque nos quieren sablear 10€ en el hotel. La vuelta, que si por Morella que si por la autovía Mudéjar. Al final derechos por la autovía hasta Ricla de tirón y con parada para gasofa en Sarrión. Comida menú en la Gallega de nuevo. Esto se acaba.
El resumen de un buen road trip de 1.500 km de tres noches cuatro días de duración. No son demasiados pero nos han sabido a mucho, hemos quitado el mono, sitios para repetir entre las provincias de Cuenca, Teruel y Castellón. La zona da mucho juego ya que se pueden hacer rutas de todo tipo y duración. Merece la pena acercarse tengas la moto que tengas. Vsss y ráfagas a todos.