Jerez 2018: Avila – Pamplona/Iruña

Moteros de Zizur

En marcha sobre las 9,30 h. N110 dirección Segovia. Otro tramo de la antigua red de carreteras nacionales que queda libre, gracias a las autovías, del intenso tráfico que tuvieron, para regocijo y disfrute nuestro.
Rodeamos Segovia, yo particularmente tenia ilusión de pasar por debajo del acueducto, como en su día lo hacía la N110, me dicen que ahora eso es imposible, que es todo peatonal y que hay que estacionar lejos. Me conformo con ver los perfiles de sus monumentos desde la moto en la variante. Parada Nafta, a la vista de que alguno va seco, debemos de retroceder unos km.
Pepe y Fer I. ya están otra vez en el grupo.  Llegamos a San esteban de Gormáz, cruzamos el Río Duero de sur a norte y antes del Burgo de Osma, nos metemos por unos carretiles dirección San Leonardo de Yague bordeando el parque natural del Cañón del Río Lobos, que pasamos por el puente de los ojos. No paramos en el mirador. Nos amenaza un nublado.
La parada iba a ser en Quintanar de la Sierra pero nos empieza a descargar en Navaleno, paramos en la gasolinera aprovechamos para llenar, hidratarnos y ponernos traje de agua al resguardo de su marquesina, caen gotas como melocotones. Estando allí aparecen tres coches deportivos de luxe, gabachos muy peripuestos con sus churris, que van descapotados y tienen que poner techo.

Decidimos salir a alta mar, encomendándonos a la patrona de los rayos y truenos, y como ya está dicho, basta ponerte mil forros impermeables para que te sobren, en cero coma ha dejado de caer. Y cambiando de vertiente en la sierra, sol radiante.
Llegamos a Quintanar y enfilamos el puerto del collado en Picos de Urbión, dejando a nuestra derecha la famosa Laguna Negra. Vamos entre pinares. Las lluvias de hace un momento han dejado la vía llena de restos vegetales, el culo se te aprieta en las curvas , sin acabar de disfrutarlas.

En Neila, al límite de Burgos con La Rioja, derechos al restaurante del Hotel, que está al fondo del pueblo, entre praderas rodeadas de pinares y bosque, excelente zona para micólogos, para el descanso, y para el senderismo.  El hotel está abierto, menos mal porque no hemos avisado, no hay ningún cliente, pero están preparados, el dueño nos dice que en el pueblo no puede comprar nada, ni el pan. Pero que si le aparecen hasta 50 personas sin previo aviso les apaña. Yo pienso , ¡a ver si es verdad!.

Qué grandes y atentos. Casi sin demora nos plantan tres fuentes del tamaño de una rueda Harley, una con alubias rojas con paticas de cerdo, otra de lentejas con costillicas y la tercera de una sopa de cocido de fundamento con sus fideos, a más de dos ensaladitas de encurtidos y pan de hogaza. Como para probar y más todos de las tres fuentes.
Eso de primeros. Segundos: carnes, pisto, bacalao etc Damos buena cuenta por 15 pavos cabeza todo incluido, bebidas, postres y cafés. Sitio y zona recomendable para escapadas. Hotel Neila. Ya estaba fichado y conocido, no ha sido por casualidad.

Bajamos derechos por un desfiladero al encuentro del embalse de Mansilla que vamos bordeando, el firme está muy necesitado de nueva capa y no de apaños de bache.  Pasada la venta de Viniegra y cuando yo ya me veía con buena carretera en Nájera, Santi B. fiel a su mandado de encabezar marcha y de cumplir la ruta prevista nos mete la traca final, por Brieva de Cameros a subir a Peña Hincada, carretil donde los haya, muy ventiscado pero hoy no tanto, el día nos respeta bastante, buitres y águilas nos van repasando. La ropa, necesaria de invierno.  Bajada a Ortigosa y Villanueva de Cameros a salir la N111. que nos llevará directos a Logroño.

Un alto en el camino para cigarrito y consensuar cómo hacemos el fin de viaje.  Se decide última parada en el hotel de los Arcos para cafelito y despedida. De camino a Logroño el tráfico se va implementando, nos llega de atrás una k1600 que nos repasa, el tío va bastante enchufado, después aparece un viejo BMW lailo lailo rosa, que lo va intentando. Vaya con la circulación, nosotros que ya tenemos el culo plano de km, repasamos a dos moteros que van en modo paseo, con éstas llegamos a Logroño, variante y autovía.

Hotel y gasolinera de Los Arcos en el camino al circuito, cafés, tés y despedidas. El viaje ha sido fantástico, no se puede pedir más. Hemos pasado 7 intensos días, hemos recorrido 2400 km.
Nos mantenemos unidos en la autovía hasta Pamplona, como estirando esa invisible unión entre las motos que van en grupo, telepáticamente, cada uno con sus pensamientos y todos con alguno en común, al llegar a Zizur cada uno va para su casa, con despedida de saludo a modo de ¿para cuándo la próxima?.

Os compartimos ésta experiencia y dejamos constancia para quien le pueda interesar y para nuestro recuerdo.
Agradecimiento y Uves para Javi A. que con gran denuedo y constancia a cargado a todas horas con el equipo de fotografía, cosa que no es de poco mérito, máxime en un equipaje de moto, que como todo el mundo sabe es muy limitado.
Y para Santi B. que nos ha hecho siempre de guión, llevándonos sin equívocos por el buen camino, o por lo menos por el que queríamos ir.

 

Texto: Jesús Moreno
Fotografías: Javier Apesteguía